miércoles, 4 de febrero de 2009

MARCIAL MACIEL

nO QUE NO???
resultó cachondo MOn Pere
Marcial Maciel con hijos y todo dice el Vaticano
y los Legionarios
Negando todo el tiempo que su fundador fuera
MAS CALIENTE QUE EL SOL

4 comentarios:

  1. Habla la otra hija del P. Marcial Maciel

    Ayer, 4 de febrero, sin que nadie se lo esperara, apareció de repente, como salida de la nada, una hija del P. Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Fue la gran noticia a ocho columnas que recorrió las rotativas del mundo entero, desde el enorme "New York Times", hasta el pequeñito "Diario de Tingüindín", pasando por el "Washington Post", "El País", "Le Monde" y cientos de periódicos más, incluyendo la blogósfera a nivel internacional.

    Esa chiquilla, hasta ayer desconocida, sin deberla ni temerla, se ha hecho famosa en el mundo entero en un solo día y... no puedo negar que eso me ha hecho sentirme un poco celosa, pues... yo no saldré publicada en todos los diarios (tal vez en ninguno) y ¡también soy hija del P. Maciel!

    No llevo su sangre en mis venas (por eso no soy noticia), pero gran parte de lo que soy (casi todo) se lo debo a él. Sí, el P. Maciel es mi padre (Nuestro Padre, como cariñosamente le llamamos los miembros del Regnum Christi) y lo digo con mucho orgullo.

    Es cierto que sus genes no son mis genes (ésos, los heredé de mis padres biológicos) pero mi cerebro está lleno de los pensamientos que él me enseñó; mis palabras están contagiadas de las palabras que desde niña leí en sus cartas, al grado que a veces confundo las suyas con las mías; mi espiritualidad es la espiritualidad que él me enseñó a desarrollar; mi vida de oración es tal como él me enseñó a orar; mi corazón siente tal como él me enseñó a sentir, siempre poniendo a los demás antes que a mí.

    De él recibí las pautas para llevar con éxito mi vida matrimonial, para educar a mis hijos con disciplina y delicadeza, para trabajar con ardor por la salvación de las almas y la extensión del Reino de Cristo. Gracias a él conocí a Dios y pude tener un encuentro personal con Jesucristo, que se convirtió, desde mi adolescencia, en el Centro, Modelo y Criterio de mi vida. Soy, sin lugar a dudas, una auténtica hija del P. Maciel.

    Pero... ella, mi hermana menor, la que acaba de aparecer, y no yo, es a la que han hecho famosa todos los diarios. Era de esperarse, pues ella es su hija como fruto de la debilidad humana y de un pecado secreto, de ésos que todos hemos cometido en alguna ocasión (y eso, lo escandaloso y turbio es lo que busca la prensa). Yo, en cambio, no soy noticia... porque soy hija de las cosas buenas del P. Maciel, soy fruto de sus muchas buenas obras, de sus buenos pensamientos, de su fortaleza, de su entrega; de su amor a Jesucristo, a las almas y a la Iglesia; de su intensa vida de oración y su enorme riqueza intelectual, espiritual y apostólica que dejó plasmada en su cartas y en las constituciones de la Legión y el Regnum Christi.

    ¿Es ella, la ahora famosa, más hija del P. Maciel que lo que soy yo? No, creo que no.

    En fin... muchos me preguntaban ayer si no me sentía triste y decepcionada de Nuestro Padre con la noticia de su “doble vida”. No, en absoluto. “Dobles vidas” las tenemos todos, porque todos en la Iglesia somos pecadores y nuestra vida virtuosa se ve continuamente tentada por las astucias del demonio y manchada por el pecado.

    Gracias a Dios, contamos con el sacramento de la Penitencia, que nos permite, con un sincero arrepentimiento, limpiar el pasado y empezar a caminar de nuevo en gracia. Estoy plenamente segura de que Nuestro Padre recurrió a ese sacramento y que ahora está en la Gloria de Dios, no por sus pecados (que deben haber sido muchos) sino por las innumerables buenas obras que realizó durante su vida en bien de la Iglesia y las almas.

    Sé que muchos se retirarán avergonzados al conocer los pecados de Nuestro Padre. Yo me quedo aquí, con los que queden, para continuar la hermosa obra que inició el P. Maciel, defendiendo nuestro carisma fundacional, para que no se pierda nada de todo lo bueno que él nos dejó en herencia.

    Soy “la otra hija del P. Maciel” y, aunque no soy noticia, a él, mi padre (“Nuestro Padre”), sólo le debo (al igual que ayer y que siempre) un gran respeto, una venerable admiración, un profundo cariño filial y un sincero y enorme agradecimiento. ¡Que Dios lo guarde en su Gloria!

    Lucrecia Rego de Planas
    Dirección
    Catholic.net

    Comentarios al autor lplanas@catholic.net

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  2. La carta de la Sra. Lucila Rego de Planas me reafirma el carácter sectario de la Legión (ese culto a la personalidad que afirma la santidad de un pederasta, morfinómano, etc. mientras se niegan a aceptar en su movimiento a divorciados, la posibilidasd de que el celibato sea una opción en la igleasia, etc.), su sorprendente, tortuosa y extraña manera de pensar suscribe que los miembros del Regum Chisti son unos arrogantes censores moralistas y, al mismo tiempo unos hipocritas; ¡Padre Moisés, baja del cielo, funde becerros de oro y dáselos de tragar a estos idólatras!

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  3. PS. 7 de febrero:
    Marcial Maciel, fundador de la “Legión de Cristo”, acusado de pederasta, tuvo una hija, que hoy tiene veinte años , con una niña que, entonces, tenía quince años**, "cuando él era ya un repugnante, pero siempre perverso anciano.".

    **Delito de estupro o corrupción de menores. Figura legal que pena el coito u otra forma de actividad sexual con una persona de edad inferior a la legalmente establecida para prestar su consentimiento: se castiga por estupro de prevalimiento a «la persona que tuviere acceso carnal con otra mayor de doce años y menor de dieciocho» o por estupro de seducción a la «persona que, interviniendo engaño, tuviere acceso carnal con otra mayor de doce años y menor de dieciséis».

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  4. Pues quisiera decir algunas cosas que ya he dicho antes...

    1) que soy Católica y mi fe no se derrumba por lo que ha hecho este Señor y muchos otros en nuestra Iglesia, pero no por eso dejo de reprobar abiertamente a Maciel y a todos los que necesariamente tuvieron que haberlo encubierto y lo siguen haciendo.

    2) que el Regnum Christi es una gran obra y ojalá no se termine ni se caiga, pero que desafortunadamente son un movimiento lleno de soberbia que le cuesta trabajo reconocer las fallas de quien, hasta antes de febrero, era casi casi su Dios; que no reconocen que lo adoraban y lo idolatraban. Yo trabajé en uno de sus colegios y le rendían culto, le daban demasiada importancia a su persona; esto es muy evidente si se le compara con otras órdenes donde, sin dejar de ser fieles al carisma heredado por su fundador, sus ojos están hacia Cristo y no hacia una persona.

    3) Finalmente, que todos estos "signos" que están sucediendo en nuestra Iglesia nos sirvan para denunciar valiente y humildemente todo lo que veamos incluso entre los sacerdotes y tal vez, nos empecemos a cuestionar sobre el celibato obligatorio de nuestros sacerdotes.

    La Iglesia ya no debe estar solo en manos de sacerdotes célibes, sino de todos los que nos llamamos católicos; las mujeres deben estar mas presentes en los círculos que toman decisiones; si bien no pueden acceder al sacerdocio, no veo por qué no de puedan estar como asesoras de Su Santidad.

    Tengo 30 años, ¿será que vea esos cambios en mi amada Iglesia antes de morir?

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VAS A COMER E IRTE O DIRÁS ALGO?